Cuando uno emigra lo primero que extraña - y que además es más que seguro
va a extrañar - es a los afectos: la familia, las mascotas, los amigos.
Después de un tiempo la cosa se asienta y el extrañar a los afectos se
vuelve como un murmullo constante que casi no se escucha pero que está presente
cada hora del día y uno se acostumbra a vivir con el… o algo así. Y ahí es
cuando te llega el extrañar cosas que nunca pensaste que extrañarías: el
barrio, el trato diario con los vecinos, las calles, hablar en tu propio idioma, los colores, el cielo celeste y
los dias soleados, los olores; en mi barrio de Buenos Aires la primavera se
llena de un hermoso perfume a tilo, glicinas y jazmines y en mi barrio de
Inglaterra no hay jazmines y los tilos que están en la plaza a unas cuadras, a
pesar de colmarse de florcitas amarillas no dan perfume.
También se empieza a extrañar la comida, al principio es determinado
plato que tu Mamá te cocinaba o que tu Abuela hacia tan rico y después es eso
de que las cosas no tienen el mismo sabor, ni el agua, ni la carne, ni la
pizza…y luego se complica cuando por ejemplo querés comprar un sándwich de
pasada en algún negocio y las combinaciones de gustos no te tientan: pepino,
atún o salmón con choclo, queso y cebolla con una cantidad de mayonesa que te
revienta el estomago, de huevo, a veces el de huevo incluye pollo, también de
pollo puede ser al estilo de los currys (tikka, por ejemplo), también alguno
básico de tomate con muzzarella y albahaca y por estos pagos del noreste el clasico Ham and pease pudding, un sandwich de jamón y una pasta untable hecha con legumbres cocidas. La lista de gustos es interminable y yo sufro
por un clásico sanguche de jamón y queso, de queso y aceitunas o de salame y queso
(¡ni el salame tiene el mismo sabor!) ya sea en pan de miga o pebete.
También están todas esas cosas que no podes conseguir, como por ejemplo
queso cremoso, tapa para tarta y empanadas (las masas hojaldradas de aca no tienen el mismo sabor), pastas frescas de la casa de pastas,
peceto para hacer vitel toné (y no sólo porque el corte no existe acá en el
Reino Unido, sino que conseguir un corte similar y que sea de ternera es casi
imposible), las lentejas o lentejones marrones clásico de los guisos no lo
encuentro por ningún lado, acá buscas lentejas y hay de todo tipo y colores
menos las lentejas clasicas. ¿Alguien sabe cómo se llama ese tipo de lenteja que comemos en
Argentina?
Entonces te volcás a Internet, buscás foros y páginas en Facebook de
gente que esta en la misma, que viene de las mismas raíces y emigró al mismo
país que vos.
Así la conocí a Gabriela, ella vive en Londres y es argentina y es apasionada de la cocina. Tiene un
blog que se llama La Viandina y hace un tiempito lanzó su emprendimiento de catering La Tetería Shop y le podés encargar lo que se te antoje: desde tarta
pascualina, sándwiches en pan árabe, pebete o pan de campo; tortas de todo tipo
como la Rogel, Pastafrola de membrillo, batata o dulce de leche, budines,
brownies, cupcakes, scones, panes, colaciones, palmeritas, bizcochitos y cuernitos de grasa, galletitas
pepas de membrillo o de frambuesa, alfajores tipo Havanna ¡y
facturas! Y lo mejor de todo es que hace envíos a domicilio y ¡no solo si vivís
en Londres, eh! Yo estoy en Newcastle, al norte de Inglaterra y acabo de
recibir mi pedido: pepas de membrillo y una docena de medialunas de grasa (¡pedís 12 y te dan 15!); las de grasa son mis preferidas y por estos pagos no se consiguen
porque las de manteca son más populares.
Me llegaron impecables, bien envueltas y en una pieza. ¿Y qué te cuento
del sabor? ¡Son deliciosas! Las pepas se te deshacen en la boca y las
medialunas ¡son espectaculares!
No sabía cuánto realmente extrañaba este sabor, y no solo porque son ricas, sino porque para mi las medialunas son sinónimo de
domingo por la mañana cuando te querés dar un gustito y compras facturas y las
comes con un rico café con leche o cuando caes en lo de alguna amiga o familiar
y llevás facturas para la hora de la merienda.
Estoy re contenta hoy.
Aca van las fotos del banquete, si te tentas y estas por el Reino Unido, ¡hacete un pedido!
Asi llegaron, bien protegidas
Bien envueltas y enteritas
¡Y listas para probarlas con un cafecito!